¿Qué puede pasar cuando se juntan el grupo alemán que revolucionó la interpretación de la música antigua centroeuropea y el grupo español de mayor transcendencia en la «World Music» de los últimos años? La fascinante colaboración de Estampie (Alemania) con L´Ham de Foc (España) resulta en una renovadora interpretación de un repertorio inspirado en las culturas centroeuropea, sefardí y andalusí. Tres voces femeninas que representan tres herencias musicales. La España de las Tres Culturas, como nunca antes se había enfocado.
Notas sobre el proyecto.
Al-Ándalus (también Al-Andaluz) es el nombre con el que los conquistadores omeyas se referían a la Península Ibérica. La Hispania gobernada por los moros se conocía por su alto nivel de tolerancia, erudición, bienestar, actividad comercial y su floreciente creación artística. Mujeres y hombres de religión musulmana, judía y cristiana convivieron y se influenciaron mutuamente durante siglos. En la corte de un rey occidental como Alfonso X “El Sabio“ de Castilla se juntaban filósofos, poetas, artistas y músicos, produciendo una fusión única y ejemplar de culturas distintas.
Por encima de las fronteras confesionales se buscaba la verdad, en lo filosófico, lo científico y lo religioso, y la diversidad y disparidad se consideraban un enriquecimiento, más que un problema. El califato de Córdoba contaba con novecientos baños públicos, miles de mezquitas, agua corriente y calles bien iluminadas. Toledo se había convertido, en el siglo XI, en la capital intelectual de Europa, una ciudad cristiana en la que el árabe continuaba siendo la lengua de la cultura y la erudición. A través de Toledo y sus escuelas de traductores y bibliotecas, el resto de Europa podía acceder a las obras de la Antigüedad.
Después de un estudio en profundidad de esa época se confirma la impresión de que la Edad Media en Al Ándalus era una época de luz, más que de oscuridad, y que tal nivel de fusión religiosa y cultural nunca más se ha alcanzado.
El recientemente formado Al Andaluz Project intenta revivir estos aspectos para nuestro presente. A través del diálogo con las viejas canciones, del cantar en distintos idiomas y el confluir de distintas culturas musicales, se construye una música que transmite esa visión de tolerancia que describió el poeta andalusí Ibn al-Arabi (*1165, Murcia) en un poema:
«Mi corazón adopta todas las formas, es pradera para las gacelas y monasterio para el monje,
templo para los ídolos y Kaaba del peregrino, tablas de la Torá y libro del Corán. La religión que profeso
es la del Amor, y hacia donde vaya su caravana me dirijo, pues el amor es mi fe y mi religión.»